TABLILLAS SUMERIAS

La pieza del MAEF es especialmente interesante, día que dedicamos a conocer más en profundidad el patrimonio de Formentera. Se trata de una pequeña inscripción post cocción sobre cerámica fechada en la segunda mitad del siglo X, y es un ejemplo excepcional de epigrafía árabe-andalusí. Para gran parte de nosotros tratar de leerla es un galimatías difícil de interpretar, entre otras cosas porque la escritura árabe tiene varias peculiaridades. La primera, es que a diferencia de la latina, se lee y se escribe de derecha a izquierda, exactamente al revés de como estamos acostumbrados. La segunda peculiaridad es que su origen está en la escritura cuneiforme, la forma más antigua de escritura, algo así como la tatarabuela de todos los sistemas de escritura. Eso nos ha recordado que hace algunos años aprendíamos a hacer tablillas cuneiformes mesopotámicas y fue muy, muy divertido. Aprendimos, entre otras cosas, que la escritura nació en Sumeria (actual Irak) hacia el tres mil seiscientos antes del nacimiento de Cristo , y que la usaban sobre todo los comerciantes. Primero fue pictográfica, lo que quiere decir que si querías escribir oveja, pájaro o pie, lo que hacías era dibujar (con trazos muy sencillos, pero reconocibles para cualquiera) una oveja, un pájaro o un pie. Pero se fue complicando, sobre todo cuando algunos símbolos empezaron a usarse para expresar conceptos o ideas, por ejemplo, el dibujo de un pie se usa también para indicar la acción de ir hacia algún lugar. Finalmente fueron un poco más allá, y con una serie de signos que expresan sonidos y que a su vez, acabaron formando palabras. Qué lío, ¿verdad? Pero así nació la escritura cuneiforme…A ellos les funcionaba bien, podían hacer transacciones económicas, fijar leyes, narrar leyendas… ¿Te apuntas? Solo necesitas algo de barro fresco o pasta de secado al aire y un punzón.

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